El Branding Cultural es el camino más humano hacia el futuro de los negocios

Pedro Prado Pabón
24 abr
4 Min. de lectura

Actualizado: 25 abr

¿Puede una marca crear comunidad, entrar en las conversaciones globales —como la IA— y escalar su negocio al mismo tiempo? La respuesta está en la sinceridad y en el valor percibido de la marca.

En un contexto donde el branding está viviendo una transformación cultural y social profunda, ya no es suficiente pensar la gestión de marca como una estrategia visual o comercial aislada. Mucho menos como un intento que se queda en el papel —en la nube— o en las redes. Hoy más que nunca, el branding dejó de ser un manual corporativo rígido para convertirse en una plataforma de activismo cultural y declaración de principios; que impulsa a tomar acción y a sumarse a la conversación colectiva de manera responsable.

Mientras la IA se cuela hasta en la sopa y las tendencias se vuelven cada vez más desechables —copy paste—, las marcas que reconecten con lo humano y entiendan su rol en la sociedad, serán las que se suban al podio. Los datos lo confirman: hoy se valora más el significado que el branding vacío.

Según el Edelman Trust Barometer 2024 – Special Report: Brands and Politics, el 71% de las personas espera que las marcas tomen postura en temas sociales. Por su parte, el informe The Future 100: 2024 de VML destaca que las audiencias consideran las marcas como voceras que aporten al bienestar de las personas y promuevan un futuro más esperanzador.

Entonces, ¿por qué limitarse a las trivialidades? El branding cultural emerge para gestionar marcas más humanas, con impacto real y sostenibilidad a largo plazo.

¿Qué es el branding cultural y por qué es el futuro?

El branding cultural es una estrategia que comprende las dinámicas sociales, los imaginarios colectivos y los símbolos que nos atraviesan como sociedad, para traducirlos en acciones que inspiran cambios significativos en el mundo.

A diferencia del branding tradicional —centrado en identidad visual y tono corporativo—, el branding cultural amplía la mirada: se involucra en los temas que importan, moviliza desde lo simbólico y se conecta de forma honesta con su entorno. En ese sentido, permite a las marcas construir comunidad y liderar nuevas conversaciones que estén en sintonía con los retos de sostenibilidad y responsabilidad social empresarial (RSE).

También es negocio

Un error común es pensar que el branding cultural es exclusivo de instituciones o fundaciones. Nada más lejos de la realidad. Esta estrategia es sinónimo de sostenibilidad para cualquier empresa que quiera generar valor desde experiencias auténticas.

Las marcas que lo entienden no solo ganan clientes: ganan comunidad, reputación y embajadores que promuevan sus valores.

Pensemos en este ejemplo: si tenés un hotel en el Pacífico colombiano, ¿querés que sea solo un lugar de paso o una experiencia viva que conecte con el territorio y su cultura?

Cuando el Branding Cultural entra en juego, también genera rentabilidad:

✅ Conecta la marca con el contexto social y cultural.

✅ Genera vínculos más sólidos y duraderos con sus públicos.

✅ Impulsa modelos de negocio sostenibles y coherentes.

✅ Aporta valor simbólico que se traduce en diferenciación y retorno tangible.

Branding cultural en tiempos de IA

¿Qué significa construir marca en un mundo permeado por la IA, cambios sociales acelerados y audiencias más exigentes?

Lejos de reemplazar la creatividad, la IA puede convertirse en aliada si se usa con ética y sentido. El reto está en cómo integrar la tecnología sin perder la intuición ni la conexión humana. Aquí el branding cultural tiene un rol clave: recordarnos que lo más poderoso de una marca sigue siendo su capacidad de emocionar, inspirar y transformar desde lo colectivo.

Las marcas que logren combinar tecnología y automatización con narrativas sensibles, análisis de datos con símbolos culturales, serán las que llevarán la batuta.

Caso de estudio: Artefacto Films

Una muestra clara de esto es Artefacto Films, una productora con sede en Barcelona que se mueve entre la creación humana y la inteligencia artificial desde una mirada crítica, estética, ética e innovadora.

Su propuesta parte de una pregunta sincera: ¿cómo hacer cine con inteligencia artificial sin perder el alma del arte?

Desarrollamos una marca inspirada en lo análogo y lo digital, el arte y el código. El símbolo principal —una “A” convertida en ventana inspirada en Magritte— contiene en sí misma a la humanidad y la tecnología que representa la posibilidad de ver el cine desde otro lugar.

El resultado: una marca cinematográfica que abraza la tecnología sin perder su humanidad. Una que no olvida que la memoria y la emoción siguen siendo insustituibles.

Conoce todo el desarrollo de marca aquí.

Reflexión

En tiempos de automatización, el branding cultural es el camino más humano hacia el futuro de los negocios, una evolución necesaria que transforma marcas en referentes, negocios en agentes de cambio y consumidores en comunidades comprometidas que exigen coherencia y acción. Debe ser la estrategia para estar al pie del cañón y liderar los cambios globales con sentido.

Como la primera agencia de branding cultural en Colombia, abrimos las puertas a marcas que desafían lo trivial, que impulsan el bienestar colectivo y construyen un legado auténtico.